Esta técnica es una de las más utilizadas y repetidas durante una sesión de masajes, ya que suele aplicarse no solo al principio y al final del tratamiento, sino intercalada entre las diferentes maniobras, sobre todo si estas producen una hiperemia notable (algo que se constata con cierta facilidad, al comprobar la evidente rubefacción de la piel).
Está englobada dentro de las maniobras denominadas “drenantes”
Pero ¿Qué es realmente el vaciaje venoso? A pesar de lo que pueda parecer, el vaciaje o vaciado venoso no es en realidad un “vaciado” de venas, sino más bien un vaciado de los capilares, aunque evidentemente colaboramos con el sistema venoso en la eliminación de sustancias citotóxicas, las cuales se remueven durante la ejecución del masaje.
La idea es provocar una isquemia breve en los capilares (interrupción de la circulación en los mismos)
Cuando esa isquemia cesa, la sangre retenida irrumpe con más fuerza y se produce lo contrario a la misma, o sea, una hiperemia (incremento y abundancia de sangre en una parte del cuerpo o un órgano).
Esta maniobra ayuda a evitar roturas de los vasos sanguíneos durante el masaje, de modo que tras la sesión no aparecerán hematomas, sobre todo en personas propensas a los moratones.
Es en problemas circulatorios donde esta técnica se vuelve realmente importante, sobre todo cuando este problema se padece en las extremidades inferiores, ya que se percibe notablemente la ligereza después de aplicar esta técnica. Si este es el caso, recomendamos un masaje circulatorio para aliviar y mejorar los síntomas.
¿Cuáles son los principales objetivos que perseguimos con esta maniobra?
- Evitar hematomas.
- Facilitar el paso de la sangre, de los tejidos al corazón, por el sistema venoso.
- aliviar la circulación sanguínea
- Desintoxicar los tejidos
- reabsorción de los líquidos intersticiales
- alimentar los tejidos
- es una muy buena preparación para los amasamientos
- sobre todo en deportistas, favorecemos la difusión del ácido láctico por los compartimentos, para ser enviados a través del sistema linfático al torrente sanguíneo, donde es parcialmente resintetizado en glucógeno por el hígado.
¿Cómo se realiza el vaciaje venoso?
La dirección en la que se hace el vaciado venoso depende de la zona que estemos tratando:
- En el tronco la dirección es de medial a lateral (desde la columna hacia los laterales), intentando abarcar la máxima zona posible
- En las extremidades siempre es centrípeta, hacia el corazón
En todos los casos, la velocidad de aplicación del vaciado venoso es lenta, ya que, si fuera rápida se acumularía sangre en un punto determinado con el riesgo de producir hemorragias cutáneas.
Repetiremos la técnica tantas veces como sea necesario para evitar la aparición de hematomas y petequias, para ayudar a todos los procesos de recuperación y resulta fundamental para hacer efectivo el resultado de casi todas las demás manipulaciones (exceptuando las puramente neurosensitivas o las biomecánicas), además del resultado final del masaje.
Recuerda acudir siempre a un profesional y ante cualquier duda, infórmate con tu proveedor de la salud habitual