Los baños de hierbas se han utilizado durante siglos en Tailandia y forman parte de la antigua cultura tailandesa y de las artes curativas de ese país.
Visto históricamente, la idea es que antiguamente los tailandeses vivían junto a un río o canal donde se bañaban. Ellos utilizaban agua de una tinaja y se lavaban sacando líquido de la tinaja con la mitad de una cáscara de coco para remojar y enjuagar el cuerpo.
La tradición dice que las parturientas se bañaban del mismo modo. Sin embargo, en el caso de las parturientas, la idea no era sólo limpiar el cuerpo, sino también recuperar la vitalidad y la salud.
Por supuesto, las distintas recetas a base de hierbas se basaban (y aún se basan) en los hábitos culturales locales de cada parte de Tailandia. Las recetas contienen hierbas frescas, secas o hervidas, o una combinación. Algunas se utilizan por sus propiedades medicinales, otras simplemente por el agradable olor que desprenden.
Después del baño, se deja secar suave y lentamente el agua que hay sobre la piel. sin limpiarla con toalla o albornoz. Se cree que los restos del agua con las propiedades de las plantas y flores añadidas a esta se absorben mejor, produciendo un efecto más profundo y duradero.
Algunos de los beneficios que se atribuyen a los baños de hierbas son:
- Limpieza y exfoliación de la piel (eliminación de células muertas y
restos de tejido);
- Apertura de poros y glándulas sudoríparas para la desintoxicación.
- Frescor, limpieza y buen olor de la piel.
- Estimulación de la circulación sanguínea que tiene efectos curativos como la cicatrización de heridas y la reducción de la inflamación;
- Apoyo a la reducción de peso.
- Reducción del dolor muscular y la fatiga.
- Relajación del estado de ánimo
- Reducción del estrés y prevención de la depresión posparto
Para el maravilloso baño tailandés de hierbas se emplean:
- Limoncillo
- jengibre
- plai
- lima kaffir
- alcanfor
- cúrcuma…
Ellos mismos mezclan las hierbas y las preparan, pero todas son cultivadas y secadas por agricultores locales.
Recetas sencillas de baños de hierbas
Para un baño de hierbas sencillo, primero preparamos una «tisana» concentrada que añadimos al agua de la bañera. Recomendamos no añadir hierbas secas directamente al agua de la bañera por dos razones:
- la temperatura del agua no es lo suficientemente alta como para extraer todos los beneficios medicinales de las hierbas, y
- el material de hierbas puede obstruir fácilmente el desagüe si no tiene cuidado de quitarlo antes de vaciar la bañera.
Para preparar la tisana, una buena regla general es utilizar una onza de hierba seca por cada litro de agua. Si no tienes una báscula a mano, utiliza 1 cucharada de hierba seca por cada 8 onzas de agua. Recomendamos preparar al menos dos tazas de agua infusionada con hierbas para añadir al agua del baño. Para un baño más intenso, utiliza cuatro tazas o más.
Para hierbas delicadas y aromáticas como la manzanilla, la lavanda, la melisa, la milenrama o la rosa: vierta agua recién hervida sobre las hierbas, cúbrelas (para evitar que se evaporen los preciados aceites esenciales) y déjelas en infusión durante unos 10 minutos. Cuela las hierbas. Prepara el baño y añade el agua infusionada al agua de la bañera.
Para las hierbas más resistentes, leñosas o resinosas, como la caléndula, el jengibre, las raíces o las cortezas de árbol: coge una cacerola u olla de tamaño adecuado, llénala con el agua que hayas medido y ponla a hervir en el fuego. Cuando el agua esté hirviendo, baja el fuego para que hierva suavemente. Añade las hierbas, tapa y remueve de vez en cuando durante 20 minutos. El nombre técnico de este proceso es «decocción» de hierbas. Este método ayuda a descomponer las hierbas duras, como cortezas, raíces y semillas, y extrae las propiedades medicinales de las hierbas resinosas. Añade el líquido colado al agua del baño.
Si deseas algunas recetas más para tu baño, puedes verlas aquí
Complementos adicionales
Hay varios aditivos opcionales que pueden complementar las hierbas y elevar el baño. Los más populares que podemos encontrar en occidente son probablemente las sales de baño como la sal de Epsom, la sal del Mar Muerto o la sal rosa del Himalaya. Las sales, especialmente las de epsom, pueden ayudar a relajar los músculos doloridos. La avena es otro ingrediente clásico que añade una dimensión calmante adicional a la piel. Recomendamos la avena integral contenida en una bolsa de muselina. La leche en polvo (de vaca o de coco) está ganando popularidad como ingrediente de baño; se dice que el ácido láctico de la leche de vaca ayuda a exfoliar suavemente la piel seca. Otra buena adición es la arcilla, de las cuales la bentonita o la arcilla verde proporcionan un baño rico en minerales y favorecen la desintoxicación. Cuando añadas arcilla, mézclala primero con agua tibia hasta que se disuelva por completo y, a continuación, añádela a la bañera. Se recomienda añadir entre 1/4 y 1 taza de arcilla por baño.