Con la llegada de la primavera, muchos de nosotros esperamos con ansias ver la explosión de las flores y el canto de los pájaros. Sin embargo, para algunas personas, la primavera también trae consigo un desafío: las alergias primaverales. Estornudos, picazón en los ojos, congestión nasal; estos son solo algunos de los síntomas que pueden afectar a quienes sufren de alergias durante esta época del año. En este artículo, exploraremos las causas de las alergias primaverales, cómo identificarlas y algunas estrategias para aliviar sus molestos síntomas. Es fundamental comprender esta enfermedad, ya que cualquiera de nosotros puede desarrollar alergias en cualquier momento.
¡Acompáñanos en este viaje para aprender más sobre cómo sobrellevar las alergias primaverales y disfrutar de la temporada al máximo!
Debemos tener en cuenta que son muchos los países donde el porcentaje de la población que son alérgicos al polen de las plantas ronda el 20%, lo cual nos ayuda a hacernos una idea de la importancia de este problema. Gramíneas urticáceas, Artemisas, cipreses, plátanos, chopos y olivos se consideran los máximos responsables de este tipo de alergias.
La fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica o alergia estacional, es una reacción alérgica común durante la primavera. Se caracteriza por síntomas como picor y lagrimeo en los ojos, congestión nasal, rinorrea y estornudos repetidos. En casos graves, puede provocar dificultad respiratoria y asma. Esta reacción se debe a una respuesta excesiva del sistema inmunitario frente a sustancias como el polen y el polvo, conocidas como alérgenos. Cuando el sistema inmunitario se encuentra con un alérgeno por primera vez, no se producen síntomas. Sin embargo, en encuentros posteriores, se desencadenan procesos que liberan mediadores alérgicos, como la histamina. La histamina se une a receptores específicos en diferentes tejidos, desencadenando los síntomas alérgicos que todos conocemos.
Los tratamientos convencionales incluyen una variedad de opciones:
- Medicamentos antihistamínicos, los cuales bloquean los receptores de histamina para neutralizar sus efectos adversos, como consecuencia, cuando se libera la histamina y va a las células que contienen sus receptores, éstos ya están ocupados y así se evita que actúe. El principal inconveniente de estos fármacos son sus efectos secundarios (somnolencia en mayor o menor grado, y problemas digestivos), así como el hecho de que no disminuyen la tendencia alérgica de la persona.
- Esteroides nasales, aplicados directamente en las fosas nasales.
- Vacunas específicas, las cuales se aplican según el tipo de alérgenos que le causan la alergia. Suelen aplicar durante tres o cinco años.
- Corticoides sintéticos, que complementan la acción de estas hormonas, prescritos por su capacidad antiinflamatoria para tratar la hinchazón y el enrojecimiento de las mucosas.
- Además, las plantas medicinales con propiedades anti alergénicas y antiinflamatorias pueden servir como una ayuda complementaria y, en muchos casos, una alternativa favorable a la agresividad de ciertos medicamentos.
A continuación, te presentamos cuatro plantas idóneas para la primavera y mejorar los síntomas de la alergia.
ÁRNICA (Árnica montana):
En el caso que nos ocupa, el árnica resulta un excelente antihistamínico el cual se debe utilizar exclusivamente para uso tópico. Ayuda a reducir la inflamación de las mucosas y favorecer la eliminación de granos o urticarias aparecidas como resultado de una reacción alérgica por polinosis o por la picadura de insectos.
Propiedades: antiinflamatoria, antihistamínica, antimicrobiana, analgésica, cicatrizante.
Cómo tomarla: Infusión para lavados y friegas, tintura, extracto líquido; también en crema, pomada y emplaste.
GORDOLOBO (Verbacum thapsus)
Un excelente anti alergénico natural que se suele indicar por sus efectos balsámicos y demulcentes para neutralizar los síntomas de la alergia como la tos y la hinchazón. Muy efectivo para combatir las infecciones respiratorias.
Propiedades: Demulcente. Antitusígeno. Antiinflamatorio, anti alergénico, balsámico
Cómo tomarla: En tintura, extracto líquido, capsulas, infusión asociada a otras plantas y cataplasmas de las hojas.
LLANTÉN MAYOR (Plantago major)
Esta es una planta medicinal muy común y polivalente. Con gran riqueza en mucilagos posee un notable poder como protector de las mucosas del tracto respiratorio. Gracias a ello se indica en procesos alérgicos, por polinosis o como reacción a picaduras de insecto que se manifiesten con rinitis, faringitis y conjuntivitis.
Propiedades: Anti alergénico, antihistamínico, Demulcente, Antibacteriano, Balsámico, astringente.
Cómo tomarla: Infusión y decocción en maceración, tintura, extracto líquido y jarabe.
PERPETUA (Helichrysum stoechas)
La perpetua es un clásico de herbolario para combatir las alergias de primavera. Resulta muy eficaz para aliviar los síntomas más corrientes de las alergias, como la hinchazón y el enrojecimiento de la piel, el picor en la garganta, la tos irritativa y el lagrimeo, la conjuntivitis y los sarpullidos.
Propiedades: Antihistamínico, antiséptico, anti alergénico, antiinflamatorio, antitusígeno, expectorante, diurético.
Cómo tomarla: Infusión simple o combinada, jarabe, extracto líquido, tintura y la infusión para colirios, gargarismos y lavados.
El árnica no debe tomarse por vía interna, ya que es algo tóxica. Por vía tópica rebaja la inflamación de las mucosas; en cambio el llantén resulta seguro.
Y si deseas cuidar tus vías respiratorias, te invitamos a leer este artículo, seguro que lo encuentras interesante