Conocer el estrés

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Sabemos que cierto grado de estrés resulta necesario para nuestra salud y rendimiento ya que nos proporciona el impulso inicial imprescindible para conseguir la mayoría de las cosas. Cuando nuestro grado de estrés se encuentra en la denominada \»fase positiva\», disfrutamos de optimismo, vitalidad, entusiasmo, relaciones humanas adecuadas, creatividad, resistencia a las enfermedades, alta productividad…sin embargo,

cuando este grado de estrés se mantiene durante cierto tiempo, pueden aparecer efectos no deseados como el pesimismo, fatiga, falta de concentración, diferentes enfermedades y disminución de la creatividad así como de la productividad, imsomnio…

Debemos tener en cuenta que cada persona tiene su propio umbral de estrés, pero aún así, cada uno tiene un punto traspasado el cual,  este deja de ser algo positivo para transformarse en un serio inconveniente para nuestra salud, bienestar y rendimiento. La clave fundamental, quizás sea conocer ese punto e intentar no rebasarlo.

¿Tiene consecuencias el estrés?

Es importante saber que existen muchas enfermedades con el estrés como principal desencadenante. Conocer las causas que nos generan estrés es imprescindible para proceder a mejorar nuestra calidad de vida y, de este modo, mantener unos niveles adecuados del mismo.

A pesar del ritmo actual, debemos intentar recuperar y mantener nuestra tranquilidad y salud, física y mental.

El estrés, junto con el dolor de espalda y la caries, son las 3 dolencias más comunes del ser humano actual. Aprender a estar relajados es un proceso relativamente sencillo, aunque como todo, al principio nos costará no mantener la costumbre de estar tensos en todo momento. A veces, al estar en tensión continuamente, con esa sensación de opresión, constricción, de estar apretados…puede ser interpretada como una coraza protectora, con una sensación ficticia de seguridad…

Cuando la tensión llega al punto de bloquear incluso el desarrollo habitual de la vida diaria, algunas personas toman el camino fácil, barato, que no requiera esfuerzo por su parte…el de diferentes sustancias que \»destapen la olla\» dando rienda suelta a toda esa carga y presión acumulada.

En occidente, tabaco, alcohol y ultimamente, el consumo de fármacos. ansiolíticos y drogas \»recreacionales\», hacen que parezca muy sencillo desinhibirse, divertirse y disfrutar plenamente sin la presión que genera el trabajo, los estudios, los niños, las responsabilidades…en definitiva, el peso de la vida. Nada más lejos de la realidad.

Debemos tener en cuenta que la senda de la tensión es un camino sin fin que cada vez se vuelve más tortuoso. Al estrés le sigue la ansiedad, la cual, mantenida en el tiempo, desemboca en depresión o en enfermedades con componente psicosomático como el síndrome de la fatiga crónica, la fibromialgia

Camuflar la tensión con tabaco, alcohol, drogas…puede que parezca resultar válido durante un tiempo, pero, antes o después, comenzaremos a sufrir los efectos secundarios de todas esas sustancias. Tarde o temprano hígado, pulmones, corazón, riñones, estómago, sistema inmunitario, neuronas…se resentirán por el uso de dichas sustancias.

El camino de la relajación es natural, inocuo y sencillo de seguir, aunque cierto es que al principio exigirá esfuerzo y valentía. Existen múltiples actividades que pueden resultar muy útiles: yoga, tai chi, meditación, entrenamiento autógeno, chi kung…así mismo, sumergirse en actividades al aire libre o en nuestras aficiones personales no solo ofrece placer, sino que también actúa como un bálsamo para la mente y el cuerpo. Los deportes al aire libre y las aficiones nos regalan momentos de liberación, permitiéndonos desconectar del estrés diario. La práctica regular de actividades como el libera endorfinas y reduce los niveles de cortisol, promoviendo así la relajación y el bienestar emocional. Al brindarnos momentos de escape y conexión con la naturaleza, estas actividades fortalecen nuestra resiliencia frente al estrés, mejorando nuestra salud mental y física.

Cada vez que debemos enfrentarnos a un cambio (no tiene porque ser negativo o desagradable, puede ser un ascenso, la llegada de un bebé, la mudanza al nuevo hogar…), nuestro equilibrio se ve alterado por el estrés mientras nos adaptamos  a la nueva situación. El proceso de recuperación de nuestro equilibrio se denomina \»adaptación\». Es importante no afrontar demasiadas situaciones nuevas al mismo tiempo ya que, si estas superan nuestra capacidad de adaptación, nuestros niveles de estrés no disminuirán, impidiendo recuperar nuestro equilibrio, alterando negativamente la salud física y mental.

Debemos recordar que un cierto grado de estrés no solo es útil, sino también necesario, pero es imprescindible permanecer en la \»fase positiva\» del mismo.

 

 

Los artículos de nuestro blog no pretenden en ningún momento dar consejos médicos; ante cualquier duda consultar siempre con el profesional correspondiente.

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