Casi todas las personas sufrimos en algún momento de tensión muscular, calambres, espasmos, debilidad muscular, contracturas, agujetas…puesto que estos son algunos de los problemas musculares más frecuentes. El dolor muscular se produce normalmente por mantener una postura inadecuada durante un período prolongado de tiempo, o como reacción a un sobresfuerzo físico. Las agujetas son microroturas en las fibras musculares con la formación de nuevas fibras, (aunque las primeras teorías apuntaban a la acumulación de ácido láctico en los músculos o al déficit en los niveles de calcio) que se producen como consecuencia del ejercicio de alta intensidad y movimientos repetitivos. Los estiramientos y aplicar un poco de frío nos ayudarán a aliviarlas. Los tratamientos de fisioterapia con masajes y el vendaje neuromuscular o kinesotaping reducirán considerablemente el dolor, aunque deberán pasar unos dás antes de que desaparezcan por completo. Los calambres son contracciones dolorosas e involuntarias de los músculos motores que se producen habitualmente cuando un músculo se sobrecarga o lesiona. La causa más común de calambres musculares durante la actividad deportiva es no tomar suficiente líquido, y aunque tomar agua suele aliviar, no siempre ayuda, siendo necesario ingerir bebidas que repongan las sales minerales perdidas. En el momento de producirse el calambre estirar el músculo, masajearlo y aplicar calor lo aliviará; el frío se utiliza cuando este haya mejorado. Las contracturas son contracciones involuntarias y exageradas de las fibras que forman el músculo de manera continuada y por diferentes causas, las cuales pueden producirse en cualquier músculo. Algunas contracturas son palpables a través de la piel como si fuera un bulto o zona endurecida, causan dolor local y alteran el normal funcionamiento del músculo, llegando incluso a irradiar el dolor hacia otra zona, producir mareos, hormigueo o sensación de adormecimiento en las extremidades. Las contracturas se producen al exigirle al músculo un esfuerzo superior al que es capaz de soportar, cuando este está debilitado, sin la fuerza necesaria para realizar el ejercicio que le vamos a pedir, cuando se es sedentario y el músculo no está en condiciones de responder al esfuerzo exigido, mala alimentación y/o hidratación… Relajantes musculares naturales para deportistas Para prevenir las contracturas, es necesario realizar un calentamiento previo al ejercicio físico o la actividad deportiva, aumentar progresivamente la intensidad de nuestro entrenamiento, evitar estados de fatiga muscular, movimientos repetitivos, posturas incorrectas mantenidas en el tiempo, estirar antes, durante y después del ejercicio físico o actividad deportiva para mejorar la flexibilidad y facilitar la recuperación muscular. Si la contractura ya ha aparecido y nos impide desarrollar con normalidad nuestra actividad diaria, debe tratarse adecuadamente por un profesional.