Masaje para embarazadas: beneficios y precauciones que debes conocer
El masaje durante el embarazo puede convertirse en un fantástico aliado y complemento del cuidado prenatal. La disminución del estrés, los dolores de espalda, las cefaleas o edemas se encuentran entre sus propiedades. En él se abordan aspectos del masaje tradicional con otros enfocados a los cambios específicos de esta etapa. Sin embargo, no está exento de algunos contras que debes conocer.
Beneficios del Masaje durante el embarazo (Masaje Prenatal)
Con el embarazo, la fisiología del cuerpo femenino cambia, ya que estará sometido a hormonas que influirán en el estado anímico y la función de algunos aparatos. El masaje, gracias a sus características, incide especialmente en estos puntos aportando el bienestar físico y emocional deseado. Estos son los principales beneficios y niveles de actuación:
Acción relajante: El masaje alivia las molestias que se producen en el tercer trimestre del embarazo; como el dolor en la espalda baja (lumbalgia) y en las articulaciones, ocasionado por la hiperlordosis lumbar y el aumento de carga, o la rigidez y calambres musculares producidos por la sobrecarga y tensión sobre los músculos. Del mismo modo, relaja los ligamentos y las articulaciones de la pelvis pierden parte de su rigidez pudiendo abarcar el nuevo volumen con más facilidad.
Disminuye la ansiedad y mejora el sueño: Esto afirma un estudio realizado por la Universidad de Miami (Florida): el masaje prenatal disminuye los niveles de norepinefrina y cortisol, sintetizados en situaciones de estrés por la glándula suprarrenal, mientras que aumenta los de serotonina y dopamina, ligadas a la motivación, el apetito, el sueño reparador y el buen hábito gastrointestinal. Esta acción se consigue gracias a la presión ejercida sobre la piel, que aumenta la actividad vagal, aquella parte del sistema nervioso encargada de promover la conversión de precursores en Serotonina y Dopamina.
Efectos sobre la circulación: Durante el embarazo la circulación se ralentizar y aumenta la presión venosa en miembros inferiores debido al mayor tamaño uterino, lo que provoca la formación de varices, hemorroides o edemas en los miembros inferiores. En este sentido actúa el masaje terapéutico circulatorio y linfático; por un lado estimula los tejidos incrementando la nutrición y la oxigenación hasta en un 10-15, y por otro potencia el vertido de desechos metabólicos al sistema linfático, depurando toxinas y contrarrestando el edema.
Acción diurética: Relacionada con el punto anterior; la activación del sistema circulatorio actúa en el aparato excretor, y al llegar más volumen sanguíneo, aumenta la filtración en los riñones, elevando también el volumen de orina: se depuran más toxinas y disminuyen los edemas (líquido intersticial acumulado) y la sensación de hinchazón.
Estímulo endocrino:En este caso con el masaje se liberarían, por parte de la glándula hipófisis anterior y el hipotálamo, endorfinas o también llamadas hormonas de la felicidad, con efecto analgésico y euforizante. El estímulo cutáneo, que nace en los receptores de la piel y a través de los nervios llega a la glándula endocrina, también promueve la síntesis de Progesterona y Estrógenos (encargadas del mantenimiento del útero y desarrollo mamario) y prolactina (sintetizadora de la leche mamaria).
Efecto analgésico: El dolor de cabeza o el dolor ciático experimentado en la recta final del embarazo, cuando el peso del útero ejerce presión sobre el suelo pélvico, la espalda y las piernas, es muy común. Las mujeres experimentan con el masaje suave de los nervios irritados un gran alivio en la tensión muscular. Esto se explica en parte gracias a la teoría de la compuerta: el estímulo de presión durante el masaje viaja más rápido hacia el cerebro, donde se hace consciente, que el estímulo doloroso, siendo bloqueado.
Tipos de masaje prenatal: de las técnicas milenarias a la innovación
Aparte del masaje prenatal propiamente dicho, con técnicas especificas, podemos encontrar otras variedades de masajes en los cuales existen infinidad de técnicas de masaje para las futuras mamas. Entre ellas, el terapeuta selecciona y adapta las adecuadas a las necesidades propias del embarazo y de la mujer. Estas son algunas de las prácticas más usadas:
Masaje sueco: utiliza movimientos suaves y prolongados para que el cuerpo entre en calor y posteriores deslizamientos orientados al centro del cuerpo. Se combina con amasamientos, que tonifican los músculos, y vibraciones. Sus beneficios se centran en el sistema cardiovascular, la piel, la musculatura y el estreñimiento.
Shiatsu: combina los conocimientos ancestrales de la cultura china con la anatomía y fisiología occidentales. Algunos expertos, como Suzanne Yates, destacan que el shiatsu (presión en determinados puntos) trata de manera efectiva las principales dolencias de la mujer embarazada, como las náuseas, el dolor de espalda o la retención de líquidos.
Hidroterapia: en concreto la hidroterapia Watsu (Water Shiatsu), como prueba el estudio publicado en 2015 por la Universidad de Berna (Suiza), reduce el dolor, el estrés y la fatiga durante el embarazo. La técnica comprende estiramientos pasivos y masajes en agua a 35 °C y no se han observado efectos negativos.
Masaje tisular profundo: consiste en la aplicación de presión firme y profunda en los músculos mediante compresión y estiramientos realizados con las manos, puños, antebrazos y codos. Requiere más fuerza que los anteriores pero resulta ideal para aliviar la tensión muscular y las posibles contracturas.
Yoga combinado con masaje terapéutico: este binomio disminuye la depresión, ansiedad y dolor de espalda y piernas si se realiza 20 minutos y 2 veces a la semana durante 12 semanas.
Masaje perineal: puede realizarlo la mujer embarazada, su pareja o un especialista. Su zona de actuación es el suelo pélvico y sus músculos, que mediante estiramientos adquiere mayor elasticidad, lo que disminuiría la incidencia de desgarro durante el parto.
Drenaje linfático: siempre bajo el consejo del especialista, este tipo de masaje suave tiene como principal objetivo contrarrestar la pesadez en piernas por la retención de líquidos.
Contraindicaciones: ¿ es seguro el masaje durante el embarazo?
Como en los masajes en general, está contraindicado en las enfermedades vasculares, las heridas o úlceras en la piel, las patologías contagiosas o la diarrea.
Concretamente, las mujeres embarazadas que tengan dolor inusual, fiebre, vómitos, dolor abdominal, diabetes, hipertensión arterial, amenaza de aborto, preeclamsia o parto prematuro deberían consultar con su especialista y extremar las precauciones para con el masaje.
Uno de los puntos más controvertidos es su seguridad durante el primer trimestre. Algunos terapeutas no lo realizan durante este periodo ya que se ha relacionado con el riesgo de aborto espontáneo. En sí mismo el masaje no es el causante, pero como la mayoría de abortos ocurre en este periodo, se desaconseja para no favorecer las causas reales que lo producirían.
Conclusión
Las posibilidades del masaje durante el embarazo son muy diversas y con efectos muy beneficiosos a nivel físico y anímico. La preparación de los profesionales requiere muchas horas de educación y entrenamiento, donde debe estar incluida la preparación específica del masaje para embarazadas. Consulta siempre con tu médico y ponte en manos de profesionales.