Las tres cuartas partes de las personas sufren de algún tipo de vértigo al menos una vez en la vida y en el 90% de los casos es una sensación pasajera, fácil de superar con un tratamiento eficaz y de fácil aplicación.
El vértigo es una sensación ficticia de movimiento o giro, que puede ser pasajera, durar horas e incluso días. Esta sensación puede acompañarse de palidez de piel, sudoración fría, palpitaciones, sensibilidad a la luz y el sonido impresión de que nos vamos a desmayar e incluso náuseas.
Tras una crisis de vértigos se esconde una alteración del oído junto al sistema visual y al muscular, óseo y de las articulaciones.
Tipos de vértigo:

• periférico: el cual es causado por un problema en la parte del oído interno que controla el equilibrio; Estas áreas se denominan laberinto vestibular o canales semicirculares. El problema también puede involucrar el nervio vestibular. Este es el nervio que conecta el oído interno y el tronco encefálico.
• Central: El vértigo central se debe a un problema en el cerebro, por lo regular en el tronco encefálico o la parte posterior del cerebro (cerebelo).

Causas de los vértigos:

El vértigo periférico puede tener las siguientes causas:

• Vértigo postural benigno (vértigo postural paroxístico benigno)
• La toma de ciertos medicamentos como antibióticos aminoglucósidos, cisplatino, diuréticos o salicilatos
• Como consecuencia de una lesión como un traumatismo craneal
• Inflamación del nervio vestibular (neuronitis)
• Enfermedad de Ménieré
• Presión en el nervio vestibular, por lo general de un tumor no canceroso,
• Laberintitis

Las causas más habituales del vértigo central son:

• Enfermedad vascular
• Ciertos fármacos como anticonvulsivos, ácido acetilsalicílico (aspirin) y alcohol
• Migraña
• Accidente cerebrovascular
• Tumores (cancerosos o no)
• Esclerosis múltiple
• En raras ocasiones puede estar causado por convulsiones

Debemos tener en cuenta que las contracturas musculares en la zona cervical es un 25% de las causas de vértigos, ya que una excesiva y continuada tensión en la musculatura suboccipital, puede generar una compresión de la arteria vertebral o alterar el flujo de la arteria basilar, las cuales son estructuras que irrigan oído interno y cerebelo, los cuales son fundamentales en el mantenimiento del equilibrio.
En la zona cervical, si existe una falta de movilidad en la misma, también puede crear una compresión de la arteria vertebral y/o alterar el flujo de la arteria basilar.
Los problemas en la ATM (articulación temporomandibular) son también causantes de vértigos, consulta a tu dentista, él te asesorará sobre la conveniencia de utilizar una férula de descarga.
Como podemos ver, es importante mantener un buen tono muscular, así como evitar situaciones de estrés, las cuales son un factor importante en la sintomatología que nos ocupa.
Cuando el médico recomienda un tratamiento manual, el profesional encargado del mismo hará una evaluación del paciente teniendo en cuenta diferentes parámetros: estado de forma, edad, salud, síntomas notables…así como el tipo de trastorno que le aqueja, recomendando diferentes sesiones de tratamientos y ejercicios, entre los que destacan:

• Ejercicios de equilibrio podal. Estos pretenden conseguir que el paciente pueda permanecer recto, apoyado sobre sus pies y sin que se su cuerpo se venza hacia delante o hacia atrás o hacia algún lado.
• Ejercicios de equilibrio en bipedestación: una de las consecuencias que puede tener el vértigo es no ser capaz de mantenerse en pie sobre los dos pies, lo cual afecta notablemente a la capacidad de caminar con normalidad y total autonomía.
• Ejercicios de estabilidad ocular; la falta de estabilidad ocular es una gran responsable en la sensación de vértigo.

Si sufres de alguno de estos síntomas, acude a tu médico, el te asesorá en cuanto a los diferentes tratamientos existentes, tanto farmacológicos como manuales.