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Artritis e hidroterapia

La artritis es una inflamación de las articulaciones, tendones, ligamentos y/o cartílagos, que puede afectar a cualquier parte del cuerpo: rodillas, hombros, dedos, espalda, pies…

La artritis ataca a personas de cualquier edad y es causada por una variedad de factores bastante amplia: alteraciones del envejecimiento, factores hormonales, inestabilidad de las articulaciones, alteraciones bioquímicas, predisposición genética…

Los síntomas más habituales son el dolor, rigidez y la dificultad o imposibilidad del movimiento. Hay otros síntomas dependiendo del tipo de artritis que se padezca, por esa razón es imprescindible acudir a su proveedor habitual de la salud si ve que alguno de estos síntomas persisten por varios días, el considerará la conveniencia de derivarlo al especialista (reumatólogo).

Existen diferentes tratamientos naturales que mejorarán significativamente los síntomas de la artritis, como la hidroterapia, la cual proporciona amplios beneficios, entre ellos, un  gran efecto calmante.

Disponemos de diferentes modos de aplicación hidroterapéutica, entre los que destacamos:

  • Baños de agua caliente y fría para tratar la inflamación
  • Compresas y cataplasmas calientes que aportan calor. Podemos prepara una cataplasma de Arcilla con zumo de cebolla cruda: se ralla la cebolla cruda y se amasa con la arcilla, sola o adicionando agua, especial para inflamaciones y todo tipo de dolor reumático.
  • La natación ejercitará las articulaciones rígidas y mejorará el estado general de la movilización articular
  • En la hinchazón aguda, compresas frías aplicadas durante 20 segundos, retiramos otros 20 segundos, durante 6/8 minutos
  • Hidrocinesiterapia (ejercicios terapéuticos dentro del agua). Las técnicas más utilizadas en el caso que nos ocupa se basan principalmente en  ejercicios de movilización.

Diferentes Ejercicios de movilización

– Pasiva, beneficiándose de la flotación y del efecto analgésico y relajante muscular que aporta el calor del agua, estos ejercicios permiten el mantenimiento o mejoría de la amplitud articular.

– Activa, ayudada por la presión hidrostática, o resistida, por los factores de resistencia hidrodinámica. Se utilizan para conservar o recuperar la movilidad articular y para ejercitar los músculos.

– Global, que permiten todos los ejercicios intermedios entre el movimiento elemental y la natación.

Nos vendrá bien acudir a un balneario con aguas mineromedicinales apropiadas para problemas de artritis y artrosis (por ejemplo, las aguas sulfuradas) en cuyas instalaciones podemos encontrar a veces piscinas adaptadas para artíticos. Se ha comprobado que, permanecer el tiempo adecuado en aguas mineromedicinales reduce notablemente la inflamación en las articulaciones que sufren de enfermedades artríticas, así como disminución del dolor, debido a los efectos hidrostáticos y la temperatura sobre las terminaciones nerviosas de las articulaciones; algunas sustancias contenidas en el agua, como por ejemplo el radon, puede ser absorbido a través de la piel o ser inhalado y como consecuencia, tendremos un efecto analgésico ey antiinflamatorio. Oro punto a favor demostrado en diferentes estudios es que se ha encontrado una considerable disminución en la sangre de sustancias que favorecen la inflamación (PGE2) y aumento de las que nos proporcionan sensación de bienestar y analgesia (endorfinas).

Además de balnearios, existen centros especializados con profesionales cualificados para este tipo de tratamientos, que le ayudarán y asesorarán sobre las opciones más adecuadas en su caso.